lunes, 29 de agosto de 2011

La Casa del Sol Naciente

La casa
del sol naciente
Evelyn García
Borrador Editores

PRESENTACIÓN DEL LIBRO

Miércoles 21 de setiembre, 7 pm
ICPNA de Miraflores
(Angamos Oeste 120)
Comentarios:
Gloria Zegarra, Leonardo Dolores y Luis Zúñiga

La casa del sol naciente pone en escena a Geri y Martin Croizen, una pareja de hermano huérfanos que habitan una casa situada al borde de un frondoso olivar en la imaginaria localidad de Salem.

Psicoterapeuta endurecida por la pérdida de sus padres, Geri empieza a tratar el caso de Mina, una adolescente que delata marcado complejo de Electra, y cuyo hermano, Daniel, ha fallecido en circunstancias sospechosas. 

Además, tenemos acceso a los diarios del hermano muerto y a una subtrama de amor rodeada de un aura sobrenatural. El drama familiar y el thriller psicológico involucran a personajes que se instalan entre la pubertad y una adolescencia extemporánea; seres cuyo universo íntimo se encuentra invadido por una exaltada religiosidad híbrida. Una novela que gracias a su singular imaginario y densa simbología, se cuenta entre  los más originales de la narrativa peruana ultima (Luis Hernán Castañeda)

Evelyn García (Autora)

Estudió Geografía, Arte y Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2003-2008).

Ha trabajado en el diario La República, en el Fondo Editorial de la UNMSM, y en la Casa de la Literatura Peruana. Ha estudiado narrativa en los talleres de Cronwell Jara, Julio César Vega, Iván Thays, Alonso Cueto, David Lozano, Cristian Crusat, entre otros.

El año 2008 publicó por medio del sello Lustra Editores la novela corta Un talismán para Liu, la cual salió elegida entre las mejores de ese año por los diarios El Comercio (Ricardo González Vigil) y Correo (José Güich). Salió reseñada en El Dominical (Jorge Eslava), en Mi Hogar (Juan Carlos Rheineck), en Luces, en La República (Pedro Escribano), en Correo, en diversos blogs y obtuvo una mención en Presencia Cultural, además de una entrevista en el programa Meridiano de Radio Filarmonía, con Carlos Fernández Loayza.

Ahora se encuentra preparando su tercera novela con la cual quiere retratar la vida de los campesinos inmigrantes peruanos, sobre todo, del norte. Comenzó a escribirla en el 2005 y tiene ya 300 páginas avanzadas. Va a ser una novela bastante amplia. Para escribirla ha viajado al departamento de Cajamarca y vivió ahí durante tres  meses en el verano del 2008, en los caseríos de Huayanay y Shitamalca y en el pueblo de San Marcos. Ha ingresado al archivo de la iglesia de San Marcos y ha leído los cuadernos bautismales pertenecientes al periodo de 1898-1996, con el fin de recolectar más datos para su libro, Armó su árbol genealógico con todos esos datos, su novela abarcará todos estos años.   


Enlaces relacionados:
Pueden descargar gratis su primer libro en el siguiente enlace: UN TALISMÁN PARA LIU  (Pedidos al: 01-989634332)


Discurso de la escritora Evelyn García
Presentación del libro: La casa del sol naciente
ICPNA de Miraflores. 21 de setiembre del 2011

Muy buenas noches a todos. Soy Evelyn García y en esta oportunidad quisiera explicarles cómo surgieron los personajes de La casa del sol naciente.

Vamos a empezar con Daniel Stutzman, el personaje más antiguo de todos. Siempre imaginé que Daniel tenía el rostro de Björn Andrésen, el pequeño actor de la película Muerte en Venecia.

Daniel Stutzman es un muchacho de 14 años, cuyo diario personal ocupa casi la mitad del libro. En él nos cuenta cómo conoció a una joven llamada Claudia Espinoza y cómo se hizo amigo de ella. En cierta forma Daniel Stutzman soy yo. Voy a contarles algo que me ocurrió y que se narra en el diario de Daniel como si fuese una anécdota suya. En diciembre del 2008 tuve una experiencia extraña en medio de una ceremonia religiosa: mientras estaba rezando en un templo, sentí una energía muy intensa en las palmas de mis manos. Esa experiencia fue tan fuerte que decidí postular a la Orden de las Mercedarias de la Caridad (aunque ya desde la edad de 7 años  tenía la idea de entrar a una orden). Las mercedarias me aceptaron como aspirante y me inscribieron en una Escuela de Formación de Catequistas de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, situada en el Bosque del Olivar de San Isidro.

Ahí conocí a las personas a las que dedico este libro, entre ellos, a Juan Carlos Espinoza Palacios, quien inspiró a la Claudia Espinoza de esta obra. Juan Carlos tenía un amor profundo hacia Dios. Lo más curioso es que se había acercado a Dios por medio de la razón y yo siempre he creído que la manera más efectiva de acercarse a Cristo es por medio de los sentimientos y de las intuiciones. Así que encontrar a Juan Carlos fue como toparme con mi polo opuesto, realmente. Recuerdo que salíamos de la Escuela de Catequistas a las de 9 de la noche y conversábamos en el Bosque del Olivar hasta casi las 2 de la madrugada, con tres chicas más que también aparecen en el libro. Siempre hablábamos de temas religiosos. Para mí estos paseos por el bosque eran fantásticos porque nunca había podido conversar sobre religión con mis amistades. Creo que es por eso que considero a Juan Carlos uno de mis mejores amigos, aunque ya no nos veamos. Gracias a este chico, comprendí que entrar a una orden no era lo mío y renuncié. Luego tuve que enfrentar una serie de problemas bastante difíciles que hicieron que me enfermara. Una noche me desmayé y pude haber muerto si no es por la ayuda de mi familia aquí presente. Todo esto está escrito en el diario personal de Daniel Stutzman, que se encuentra dentro del libro.

En el diario también se habla de dos novicios llamados Tino y Angelo.
Tino es un joven maduro y centrado. Es el mejor amigo de Daniel Stutzman y es como el papá del grupo de la Escuela de Catequistas. Tino tiene el mismo carácter que mi amiga Faustina Herrera Machare, quien, en el verano del 2009, cuando la conocí, era novicia del Instituto San José de Tarbes, que se encuentra justo en el centro del Bosque del Olivar. Ahora ella ya profesó sus votos y es una de las hermanas de la orden y también, por cierto, es una de las personas más generosas que conozco. La paz que transmite es casi palpable.

El otro novicio que aparece en el diario es Angelo, quien para mí es uno de los personajes más divertidos. Angelo tiene rasgos de mi amiga Anyela Reynoso Alcocer, que era conocida en la escuela como “la novicia rebelde”. Cuando el grupo de catequistas salía a caminar por el bosque, era ella quien organizaba los debates. Hablábamos de temas loquísimos: nos preguntábamos cómo desapareció el cuerpo de Cristo luego de haber sido sepultado, por qué eran necesarias las imágenes de los santos, cómo es el Paraíso, y en qué nos convertiríamos luego de pasar por este mundo. También hablábamos sobre el amor. Esos diálogos aparecen en las páginas del libro. Entre nosotros bromeábamos diciendo que íbamos a fundar una secta y que íbamos a bautizar a los nuevos miembros en la laguna del olivar. Frente a la laguna hay una antigua pastelería, en la cuadra 4 de la Calle La República, donde nos reuníamos a comer budín o chocolates.
Desde hace dos años, Anyela y Tina viven en Piura, pero creo que el grupo que formábamos estuvo unido por Cristo y que es Él quien aún ahora nos mantiene unidos a todos, a pesar del tiempo y la distancia.

Por cierto, todas las palabras que aparecen en letras cursivas dentro del texto eran las preferidas tanto de Juan Carlos, como de Tina y de Anyela.
        
Ya para terminar, quiero agradecer muy especialmente a la señora Doris Agurto, quien es la Jefa de Bibliotecas del ICPNA; a los chicos de Borrador Editores, comenzando por Luis Zúñiga, quien ha realizado una labor espléndida corrigiendo el libro, a Leonardo Dolores, Pedro Villa y Salomón Senepo por su increíble paciencia; a mi amiga Gloria Zegarra Diez Canseco por apoyarme en esta oportunidad; a mis tíos Victoriano Meléndez y Carmela Segura por hacer viable la publicación de este texto; a mi padre Héctor García, a mi tía Juana Tirado que es como mi madre, y a mi hermana Josseline por diseñar las imágenes que acompañan esta presentación; al novelista Luis Hernán Castañeda por escribir la contratapa, que quedó perfecta; a Luzmila Quezada por la carátula que está preciosa, a la traductora Alessandra Canessa por revisar por primera vez el texto, a mi profesor de teatro Roberto Sánchez Piérola por pulir la pequeña obra dramática Los inocentes que aparece dentro de la novela; al escritor Samuel Cardich por sus consejos invaluables; a mis amigos sanmarquinos Juan Cuya y Carmen García por darme sus impresiones antes de que el libro sea editado. A todos ellos y a ustedes, mil gracias por acompañarnos esta noche. 

1 comentario:

José-Antonio Villalobos dijo...

La trama y los personajes descritos me parecen exquisitos. El tema religioso siempre es bastante controversial, pero al parecer Evelyn nos presenta un ángulo distinto en su obra. Estoy ansioso por leerla y descubrir a sus personajes. Mucho éxito y mis mejores deseos.
José-Antonio